Páginas web para excursionistas británicos y alemanes les dicen que vengan a Mallorca,
que las excursiones son fáciles y los servicios de rescate son buenos y
gratuitos. Existen aeroguías que muestran imágenes idílicas de calas
pero que no informan de que para alcanzarlas hay que atravesar torrentes
peligrosos.
Estas son dos de las principales causas de que en los últimos tiempos se hayan
disparado los casos de accidentes y
de peticiones de socorro en la montaña mallorquina, de turistas que
salieron sin tomar demasiadas precauciones, confiados de lo que les
habían dicho en esas páginas web o en las propias agencias de viajes.
Llamadas al 112 que movilizan los servicios de rescate de la
Guardia Civil, de la propia Conselleria de Interior o de los Bomberos
(normalmente los del Consell de Mallorca) para atender a personas que se
han torcido un pie, se han agotado o han sufrido un golpe de calor
porque se adentraron en la montaña mallorquina «creyendo que era otra
cosa».
Y llamadas al 112 que se basan en la creencia de que a un «servicio de
rescate gratuito», como se publicita en las webs y algunas agencias de
viajes, se le puede pedir cualquier cosa. Según explica Pedro Ladaria,
técnico director de Emergencias de la Conselleria de Interior, la
picaresca o desmesura en este ámbito llega a límites escandalosos.
«
Nos han llegado a pedir el helicóptero de rescate del 112 para que fuéramos a buscar a unos excursionistas que estaban cansados»,
señala el técnico. Y añade: «En una ocasión unos excursionistas que
estaban en el Castillo de Alaró nos llamaron para que les bajáramos las
mochilas, que ellos estaban cansados, pero podían bajar andando sin
mochilas».
Pero lo que más le preocupa al
especialista en emergencias y rescates es
la falsa información que se vierte en webs para excursionistas o
aeroguías (páginas web o similares que muestran lugares de interés
turístico mediante fotografías aéreas) que no ofrecen información real
sobre el recorrido que hay que superar para llegar.
Eso lleva a que haya turistas que se adentran en chanclas por caminos
de montaña para llegar a una playa que han visto en fotografía y se
pierdan, se lesionen o les dé un golpe de calor. Este tipo de accidentes
los sufren, también, por exceso de confianza, excursionistas expertos
que vienen, por ejemplo, de los Alpes, y «naufragan» en la Serra de
Tramuntana por no saber dónde se meten.
«
Muchos creen –dice Ladaria– que por ser las cumbres de Mallorca de solo 1.000 metros, los caminos de montaña son sencillos,
pero lo cierto es que en muchas se han de ascender esos mil metros casi
desde el nivel del mar, y que los caminos pueden ser muy complejos. Por
eso hay muchos que se van sin tomar precauciones y tienen problemas».
Los excursionistas mallorquines –añade el técnico– saben orientarse en
los caminos de montaña de Mallorca gracias a los caminos balizados con
fites (esos montones de piedras que marcan el recorrido, conocidos en el
resto de España como hitos o mojones), pero los alemanes o los
británicos no están acostumbrados a este sistema de marcaje de caminos
en sus países.
Es por ello que
no son pocos los que se pierden pese a estar los caminos correctamente marcados.
Para paliar esa carencia, desde el 112 y otras instancias públicas,
como el Consell de Mallorca, se está trabajando en mejorar los
indicadores de los caminos y en ofrecer a los excursionistas la
información de la que carecen si vienen de fuera.
Las webs, las agencias de viajes, las guías, en ocasiones no avisan de
la duración del camino (en tiempo, en distancia), de la dificultad (en
inclinación, en tipo de sustrato, si discurre por un barranco o por un
bosque...) Y así sucede que hay excursionistas mal pertrechados y en
ocasiones de cierta edad que se adentran en el Torrent de Pareis o en el
de Mortix y se pierden.
«Vamos a colocar señalizaciones más explícitas –cuenta Ladaria– para
evitar que los excursionistas se salgan de los caminos, con el doble
objeto de que no se pierdan o se hagan daño y además no perjudiquen el
entorno natural fuera de las zonas de paso». Aunque el gran paso lo han
de dar las webs y agencias engañosas.
Otro factor de riesgo que en los últimos tiempos ha ocasionado
problemas graves que antes eran menos frecuentes es el auge de un nuevo
deporte: el psicobloc, consistente en escalar paredes de roca, sin
seguros, sobre el mar, suponiendo que el agua amortiguará la caída,
«cuando una caída al agua, desde 15 metros y de espalda puede ocasionar
graves lesiones». Este verano los servicios de emergencias del 112 han
tenido que rescatar a varias víctimas del psicobloc en Mallorca.
Fuente: El Mundo