Con un uso, mantenimiento y cuidado
adecuados, podrás prolongar considerablemente la vida útil de tus botas.
ANTES
DE CADA USO
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Comprueba
que el forro GORE-TEX® está libre de restos de suciedad. Puedes sacudir o
cepillar el interior, ya que las pequeñas piedras etc. pueden dañar el forro,
perjudicando la impermeabilidad.
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Unas
uñas bien cortadas te evitarán daños en los dedos durante la ruta.
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Seleccionar
un calcetín adecuado, debe tener un buen ajuste al pie y costuras planas para
evitar rozamientos con la piel. Es preferible que estén hechos de materiales
que ayuden a expulsar la humedad, que sean de gran resistencia y que dispongan
de un cierto nivel de acolchado. Muy importante es también su capacidad
termo-reguladora.
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A la
hora de atar los cordones, el pie debe estar firmemente ajustado dentro de la
bota, pero sin una presión demasiado fuerte. Procura siempre tener una buena
holgura para los dedos (min. 1 cm. entre los dedos y punta de la bota) y una
buena sujeción del talón.
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Los
cordones están tratados para tener una alta resistencia a la abrasión y para no
absorber humedad, lo cual puede provocar que sean algo más resbaladizos que
unos cordones normales. Para evitar que el nudo se desate, recomendamos nudos
seguros, como por ejemplo el "nudo zapatero" o el "doble
nudo".
DURANTE
EL USO
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Algunas
botas llevan un sistema de bloqueo de cordones. Esto puede ser útil, por
ejemplo, para atar más fuertemente la caña durante pasos complicados sobre
terrenos rocosos y luego volver a aflojarla durante rutas más fáciles, sin que
cambie en ningún momento la sujeción del pie.
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Para
facilitar la evacuación del sudor, sobre todo durante rutas largas y en climas
cálidos, es conveniente llevar calcetines y plantillas de repuesto y cambiarlos
regularmente durante la ruta.
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Evita
un contacto prolongado con excrementos de animales, ya que estos pueden dañar
considerablemente la piel, la suela, los ganchos etc.
LIMPIEZA
Y CUIDADO DESPUÉS DE CADA USO
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Quitar
la plantilla y dejar secar el calzado de forma natural, sin exponerlo
directamente a ninguna fuente de calor como fuego, radiador, al sol, etc.
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Una
vez que se haya evaporado toda la humedad, cepillar la suciedad de todos los
materiales, sin olvidar la suela y el interior de la bota.
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Si la
bota ha estado expuesta a suciedad extrema, excrementos de animales o a otras
sustancias que puedan perjudicar los materiales, recomendamos lavarla con un cepillo
bajo un chorro de agua tibia, quitando antes la plantilla y los cordones si es
necesario. Es necesario volver a aplicar productos impermeabilizantes después
de cada lavado.
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Para
limpiar ocasionalmente la bota más 'a fondo' existen productos especiales.
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Por
razones de higiene puede ser aconsejable lavar ocasionalmente el interior de la
bota y el forro GORE-TEX®. Quita la plantilla (lavable) y lava con un cepillo
bajo un chorro de agua tibia (nunca usar jabón, detergentes o similar).
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Nunca
lavar en la lavadora.
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Una
vez secas, guardar las botas en un lugar seco y ventilado.
HIDROFUGACIÓN
Y MANTENIMIENTO DE LA PIEL
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La
piel es un producto natural que requiere mantenimiento para no secarse y
cuartearse. Es necesario aplicarle periódicamente crema nutritiva para pieles.
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Para
un correcto funcionamiento de la impermeabilidad de la membrana GORE-TEX®,
todos los materiales exteriores de las botas han sido sometidos a un proceso de
hidrofugación. Para su mantenimiento, es necesario aplicar periódicamente (y
siempre después de cada lavado de la bota) productos impermeabilizantes.
Aplícale
periódicamente vaselina a los ganchos metálicos como protección contra la
corrosión.
Fuente: Bestard
Fuente: Bestard
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